Los
Lakers repitieron título, tras ganar un séptimo partido a los Celtics lleno de emoción y tensión hasta el final.
Kobe no tuvo su día (6 de 24 en el tiro), pero el equipo mantuvo la fe incluso cuando perdían por 13 puntos en el tercer cuarto. La 16ª bandera para el techo del Staples. El undécimo título como entrenador para Phil Jackson; el quinto anillo de Kobe y Fisher; el segundo de un enorme
Pau Gasol...
No empezó bien el partido para los angelinos: 14-23 en el primer cuarto. Y en el segundo se comenzó a ver un cierto atisbo de recuperación. Pero al comienzo del tercer cuarto Kobe llevaba un lamentable 3 de 16 y Pau un 3 de 12. Era el día, y los importantes estaban muy lejos de la inspiración. Pero el éxito tiene siempre una parte de inspiración y otra mucho mayor de transpiración. Y ahí es donde Kobe y Pau fueron números uno.
Las musas no llegaban, pero cuando aparecieron les pillaron en plena faena: llenos de golpes y arañazos, sudando a borbotones, con el traje de faena empapado y con la mente puesta en el objetivo único, la conquista del anillo. "Que cuando la inspiración venga te pille trabajando", me decía mi padre parafraseando a Picasso.
Ese tercer cuarto no pintaba bien. Artest era un puro cortocircuito incapaz de leer una situación del juego aunque llevara el peso anotador del equipo (¿?). Kobe empecinado en no aprovechar las situaciones de dos y tres contra uno,
errático, sin oxígeno para tomar la mejor decisión. Pau con gesto desencajado, sin descanso, sin meter un tiro libre..., pero con esa mirada que te dice 'estoy aquí y moriré sobre el parqué'.
Pero de 13 abajo se pasó a sólo cuatro al término del cuarto (53-57). Se intercambiaron canastas y eso favoreció a los Lakers que parecieron romper un corsé invisible que los tenía atenazados. El marcador era bajo, pero no las
emociones: tremendas, incontrolables, desquiciantes. Fisher, Odom, Kobe y Pau anotaban y uno quería volver a creer, pero luego se volvía a la espesura. El partido no pintaba claro.
Pero llegó el último cuarto.
12 minutos para la leyenda. 12 minutos en los que no pararon de pasar cosas. Una canasta de Pau ponía a L.A. a dos nada más empezar, pero el partido no estaba fluido. Garnett y Allen anotaban y Kobe (con tres tiros libres) y Ron Ron con un 'and one' empataban el partido (61-61). Con lo mal que había estado la cosa se podía creer en la victoria local.
Qudaban siete minutos y medio y de ahí al final el parcial iba a ser de 22-18, con triples desde todas partes: Fisher, Artest, Allen, Sheed, Rondo... El duelo estaba loco, se anotaba todo lo que no se había metido antes. Pero en medio de todo eso, y con un Kobe dispuesto a morir con las botas puestas, destacaba un hombre:
Pau Gasol. Sin descanso. Sin casi ayudas en defensa. Pau atrapaba balón tras balón, bajo los dos aros dando posesiones a su equipo sin parar. Hasta empezó a ver aro y a meter los tiros libres que se le estaban negando. Con el partido muy complicado, él estaba en su sitio, sin pedir medallas, ganándoselas.
Un bandeja de Pau a falta de minuto y medio ponía a los suyos con 76-70. Los últimos cinco puntos llevaban sello español. El partido se ponía de cara para los de Phil Jackson. Y a partir de ahí es cuando se abrió la veda del triple. Artest lograba uno que de haber fallado le habría perseguido toda su vida, pero su grandeza fue meterlo... El omnipresente Rondo lo contestaba. Pero quedaba poco, apenas 13 segundos.
Jackson sentó a Ron y metió a
Vujacic. El balón fue a parar a sus manos y recibió falta. Y Sasha metió dos tiros libres, a razón de cinco millones de dólares, que valen un título. El Staples se vino abajo. Los abrazos, los gestos, las lágrimas de Gasol lo decían todo. Back to back champions. Casi nada.
Fue el partido que mantuvo la estadística mítica de Phil Jackson:
48-0 cuando gana el primer partido de playoffs. Fue el
16º título de los Lakers, ya a sólo uno de los grandes Celtics. Fue el primer título de Kobe y Pau ante los Celtics, además en un séptimo... Numerazos.
En la estadística,
Kobe se fue a 23 puntos (6 de 24), 15 rebotes y 2 asistencias. Artest añadió 20 tantos, 5 rebotes y 5 robos. Pero el hombre del partido fue Pau Gasol: 19 puntos (6 de 16 y 7 de 13), 18 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones. No fueron suficientes para llevarse el
MVP*, que acabó siendo para Bryant, pero muchos le apuntamos al escolta un asterisco en este galardón y al lado pondremos: 'Lo mereció Pau o lo merecieron los dos o gracias a Pau'.
Fisher (10), Odom (7 y 7), Bynum (2 y 6, en 19 minutos), Vujacic (2, pero qué dos) completaron los números de L.A.
En los verdes, Paul Pierce (19 y 10), Kevin Garnett (17, 3 rebotes y 4 tapones),
Rondo (14, 8 y 10), Ray Allen (13), Sheed (11 y 8) y Big Baby (6 y 9) dieron la cara, pero no estaba en su destino ganar en el Staples el partido decisivo.
Ahora se abre la puerta del '
threepeat'. Como dijo Kobe: "Let's go for it again".
P.S. Y en días así uno no puede dejar de acordarse de
Andrés Montes. Al levantar Kobe y Pau el trofeo en mi cabeza resonaba su voz: "
Lakers go, Lakers go!!. ¡¡¡Lakers campeones!!!"