Grecia está por debajo del nivel que le llevó a ganar el último europeo. Lo venimos diciendo desde que empezó el torneo. Pero siempre hemos dicho que los griegos son muy buenos competidores. Pues bien, ayer se metieron en semifinales tras remontar 16 puntos en menos de seis minutos; y hoy dieron trabajo a los hombres de Pepu como ya no recordábamos. Pues sí, ni tan siquiera sufrimos así ante Croacia, en el partido de la primera fase. Podemos decir que los últimos 45 minutos de los griegos han sido los mejores que han disputado en este Eurobasket.
España y Grecia salieron a por todas desde el primer minuto. No había grandes diferencias a favor de nadie. Los locales parecían adueñarse de algunas fases, pero los helenos no permitían la marcha del rival. Spanoulis anotaba y llevaba a los suyos a no perder la estela hispana. Al descanso, 41-39 y todo por decidirse.
Del vestuario salieron los equipos de distinta manera; Grecia, a por todas, y España, con una
pequeña empanada. Tal es así que los de Yannakis llegaron a adelantarse en el marcador. El partido se convertía en un choque al más puro
Greek Style, se pisaba un terreno muy peligroso... con tanganas, tensiones y demás.
En el último cuarto, por si no había ya pocos ingredientes en el plato,
los árbitros se sumaron tristemente al show y dieron todo un recital. Por momentos se temía lo peor. Los jugadores empezaban a no estar tanto al juego como a las decisiones de los jueces de la contienda. Una increíble técnica a Rudy por fingir cuando había sido objeto de clara falta; una falta de Garbajosa un tanto sui generis; y faltas con sabor a antideportiva a favor de España, sancionadas como normales, desesperaban a los nuestros. Pero la vuelta a la cancha de
José Manuel Calderón templó el juego, se volvió a pensar en lo realmente importante y se demostró que España es mejor cuando juega a basket, cuando se juega
a la griega o cuando se juega como se quiera jugar. Grecia supo competir, pero se topó con una España que supo hacerlo aún mejor. Como dice la campaña de Nike: "Ser español ya no es una excusa, es una responsabilidad".
Navarro (23), Calderón (18) y
Gasol (23, 6 rechaces y 3 tapones) tomaron las riendas de un equipazo que sentenció al rival con fuerza mental, con garra, con calidad y con deportividad. Casi nada. El 26 de 27 en tiros libres resultó decisivo, un 96 por ciento, algo sólo al alcance de los elegidos, claro.
El
82-77 deja a las claras que se sufrió, pero son partidos sacados adelante como éste los que dan valor a los logros. Si se gana siempre de 25 se pierde perspectiva de lo que se consigue, parece que no hay rivales, y eso no es así. Chapeau para todos los que formaron parte del acta. Qué más da que no jugaran Sergio y Berni. ¿Que no jugaron? Pues claro que sí lo hicieron. Somos un equipo.
España: (24+17+18+23) Calderón (18), Fernández (2), Jiménez (5), Reyes (2), Pau Gasol (23) -cinco inicial-, Garbajosa (6), Navarro (23), Marc Gasol (-), Mumbrú (-) y Cabezas (3).
Grecia: (18+21+21+17) Diamantidis (6), Chatzivretas (3), Kakiuzis (8), Dikudis (8), Papadopulos (2) -cinco inicial-, Tsartsaris (7), Spanoulis (24), Vasilopulos (10), Zisis (6) y Papaloukas (3).
Y el rival de España será
Rusia, después de imponerse a Lituania por 86-74.
Kirilenko (29 y 8), Holden (18) y Khryapa (15) fueron los más destacados de los ahora finalistas. Sisikaukas (30) y Kaukenas (12) no fueron suficiente oposición.
Lucha por el quinto puesto:
Francia 69-86 Croacia.
Alemania 69-65 Eslovenia.