Tarde de mucha actividad en las oficinas de las franquicias de la NBA. Y operaciones importantes culminadas. Así, por ejemplo,
Ricky Rubio pone rumbo a Salt Lake City para unirse a los
Jazz. Mientras que
Paul George sale de Indiana para jugar junto a Russell Westbrook en los
Thunder.
Los Timberwolves, tras hacerse con Jimmy Butler, andaban detrás de un base más tirador y necesitaban traspasar a Ricky a cambio de elecciones del draft, sin jugadores de por medio, para poder liberar masa salarial y poder afrontar la incorporación de un base en el mercado de agentes libres. Los Jazz envían a Minny una primera ronda del draft de 2018, protegida top 14.
Los Timberwolves se deshacen del contrato de Ricky, al que aún quedan dos años y 28,9 millones de dólares y firman a
Jeff Teague, por tres años y 57 millones de dólares, lo que no es un chollo, aunque tampoco esté del todo mal.
Los Jazz se hacen con un buen base director, que terminó muy bien la pasada campaña y con un precio inferior al del mercado de los bases titulares. Ricky promedió este año unos sólidos 11,1 puntos, 9,1 asistencias y 4,1 rebotes en 32,9 minutos.
Por su parte, los Thunder se han hecho con
Paul George, que termina contrato al término de la 2017-18, a cambio de
Victor Oladipo y
Domantas Sabonis. Así las cosas, Cavs, Celtics y Lakers se quedan sin uno de sus objetivos; al menos este año...
Además, según Adrian Wojnarowski,
Stephen Curry ha renovado con los
Warriors, tal y como se esperaba, por cinco años y 201 millones de dólares.
Curry venía de un contrato por cuatro años y 44 millones de dólares. Ahora ganará casi esa cantidad al año.
Y
Shaun Livingston han recibido también su premio, aunque a la escala que le corresponde, y ha renovado con los de la bahía de Oakland por tres temporadas y unos 24 millones de dólares.
Y
Blake Griffin ha cancelado sus reuniones con otros equipos en un giro a su situación. Ahora todo hace indicar que el ala-pívot renovará con los
Clippers por cinco temporadas y 173 millones de dólares.