Derrick White manda la serie al séptimo partido
Con dos puntos abajo (100-102), Al Horford cometía falta sobre Jimmy Butler. Los árbitros le daban tres tiros al alero local y este no iba a perdonar: uno arriba para los Heat. Los Celtics tenían una jugada para evitar la eliminación. El saque de banda no fue muy limpio y el balón le llegó a Marcus Smart, que lanzó a la desesperada. El lanzamiento hizo una corbata sobre el aro y ahí apareció Derrick White, cargando el rebote de ataque, para hacer un palmeo imposible que terminaba con el balón dentro y que dejaba el marcador definitivo en 103-104 (3-3).
La jugada se revisó, pero la repetición dejaba bien claro que el balón abandonaba la mano de White antes de que el reloj se pusiera a cero. Los de Joe Mazzulla remontaban el 3-0 con el que empezó la serie y ponían el empate a tres. Y, ahora, podrán sentenciar ante su público en la madrugada del lunes al martes (2:30h).
Jayson Tatum lideró la ofensiva visitante, a pesar de su penoso 0 de 8 en triples, con 31 puntos (8 de 22 y 15 de 15), 12 rebotes, 5 asistencias, 1 robo y 2 asistencias, en 44 minutos (+3).
Jaylen Brown (26, 10, 3 y 2), Marcus Smart (21, 4 y 1), Derrick White (11, 4, 1, 6 y 3 t.), Robert Williams (10, 7 y 1 t.) y Al Horford (4, 7, 2 y 2 t.) tendrán en sus manos hacer historia en la NBA y poner fin a esa estadística maldita de 150 eliminatorias que empezaron 3-0 y que siempre cayeron del lado del equipo que empezó mandando.
Jimmy Butler (24, 11, 8 y 1), Caleb Martin (21, 15, 1, 1 y 1 t.), Gabe Vincent (15, 4 y 1 t.), Duncan Robinson (13, 1 y 2), Bam Adebayo (11, 13, 5, 1 y 1 t.), Max Struss (10, 1 y 3) y Kyle Lowry (8, 2, 3, 2 y 1 t.) dieron la cara, pero no acertaron en la última defensa y no cerraron el rebote que permitió el palmeo ganador de White.
Pero que nadie dé a los Heat por acabados. No cabe duda de que el mazazo es importante y ver cómo el rival te gana ante tu público en dos ocasiones, con todo a tu favor, duele. Eso sí, en este equipo hay un líder llamado Jimmy Butler al que le van los retos y que no se rinde con facilidad. Y en Boston saben que en ese séptimo partido puede aparecer la versión legendaria del gran Jimmy 'Buckets'. Mientras tanto, Nikola Jokic sonríe a cientos de kilómetros.