19.5.20

Breves apuntes sobre The Last Dance

Ayer, lunes 18 de mayo, pudimos ver la última entrega de The Last Dance, los dos últimos episodios de los diez que conforman la docuserie de Netflix sobre el último año de la carrera de Michael Jordan y aquellos Bulls dirigidos por Phil Jackson. Si no has podido verla, te recomiendo que dejes de leer y la veas.

Más allá de los aspectos que a cada uno le parecerá que no se tratan a fondo o que quedan muy en segundo plano hay muchos que sí merece la pena destacar.

-Queda claro que Michael Jordan era un competidor voraz, un depredador. Estar en su equipo era muy duro, por su enorme nivel de exigencia hacia él mismo y hacia los demás. En la serie queda claro que era implacable, obsesivo, cañero y que no se callaba nada de lo que le pasara por la cabeza aunque eso pudiera hacer daño. La cera que le da a Jeery Krause es tremenda. La chapa que recibe Scott Burrell año tras año es insufrible para alguien que no tenga su paciencia.

Jordan llevaba a sus compañeros al límite. Les exigía que hicieran las cosas a su máximo nivel. Steve Kerr y John Paxson sabían como pocos que ese balón que te llegaba para un tiro liberado solo tenía un objetivo: que la metieras y si podía ser de tres puntos, mejor.

-Está claro que el nivel de Jordan en los seis anillos es tremendo. Pero no lo es menos el de algunos de sus compañeros. Scottie Pippen, Ron Harper, Tony Kukoc o Dennis Rodman eran jugadores de máximo nivel, muy bien dirigidos por el tío Phil, quien sacó de ellos el máximo. Sí me llama la atención la nula presencia de Craig Hodges en los diez episodios y la muy escasa de Luc Longley. Está claro que a MJ no le debían caer nada bien.

-Scottie Pippen tiene mucha presencia en la serie. Normal. El fiel escudero de Michael hizo muchísimo por los Bulls, pero su contrato nunca estuvo a la altura de lo que él ofreció a la franquicia. Está claro que Pip prefirió un contrato largo y amarrategui y se equivocó. Pero también es obvio que eso es mérito de Krause, quien sacó todo de él por poco más de dos millones al año.

-Por lo que dice Jordan en el último episodio, queda claro que todos hubieran optado por ir a por el séptimo anillo. Pero Jerry Krause decidió que no, que era el momento de no sobrepagar y de reconstruir. Aunque eso provocó la salida de Phil Jackson, que sí recibió la oferta para seguir un año más, la retirada de Jordan y el traspaso de Pippen. El general manager tocó techo con aquellos logros. En el documental aparece como alguien acomplejado y maltratado por Jordan y Pippen. Bajo nuestro prisma actual, el trato que ambos le dan les supondría la expulsión o sanción en cualquier franquicia.

-El papel de Dennis Rodman en la serie es muy importante. El díscolo ala-pívot encajó muy bien con Jackson. Jordan y Pippen. Se le exigía darlo todo en la cancha... y se abría la mano bastante con la permisividad con su peculiar vida personal. Lo que está claro es que, más allá de sus idas de olla, desapariciones y viajes a Las Vegas, El Gusano trabajaba duro en el gimnasio y ofrecía defensa, rebote y enorme intensidad al equipo. Un personaje único. Un reboteador legendario. Un gran complemento para el equipo.

-La historia de amor-odio hacia Tony Kukoc queda bien plasmada. Cómo le pusieron a prueba antes de incoporarse, jugando contra Croacia en Barcelona 92; cómo sufrió Pippen que el nuevo llegara cobrando más que él; cómo las pasó Pippen en aquella jugada diseñada para Tony y no para él. Sin embargo, el propio croata siempre ha dejado claro que el espigado escolta de Arkansas siempre fue de los que más le ayudó.

-La importancia para Jordan de un referente paternal. Primero, como es obvio, en la figura de su padre, que juega un papel clave en toda su carrera. Y, tras la muerte de este, en la figura de uno de sus guardaespaldas: Gus Lett.

-Me encanta ver cómo un idolazo como Jordan se tiene que poner él mismo los cordones de sus zapatillas nuevas. Le humaniza. Uno siempre pensaría que alguien le haría ese 'trabajo', pero no. His Airness se pone sus propios cordones, una labor tediosa donde las haya. Con ese momento siempre frustrante en el que crees haber terminado, pero en el que compruebas que un lado tiene el cordón mucho más largo que el otro.

-Siempre nos han vendido el paso de Michael Jordan por las Ligas Menores de béisbol como un fracaso. Sin embargo, los que saben de este deporte, valoran que alguien de 31 años, que lleva sin jugar a ese deporte desde los 18 años, sea capaz de jugar y de terminar haciéndolo a un nivel aceptable como algo imposible para cualquier mortal. Incluso algunos expertos que empezaron criticándolo duramente terminan por reconocer que de haber seguido jugando hubiera tenido hueco en las grandes ligas. Lo que está claro es que su paso por los Barons de Birmingham dejó grandes beneficios al equipo, con llenos hasta la bandera en su estadio y una repercusión que nunca más tuvieron.

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11 Comments:

Blogger Ramón P.C said...

Aquí van mis conclusiones, después de ver The Last Dance:

1) Jordan fue admirado por el mundo entero, fue el icono que hizo la NBA tan global pero como compañero dejó mucho que desear.
Para mí su fin (ganar siendo el mejor) no justifica algunas de sus formas.

2) Como decía el gran Montes para esos jugadores trabajadores, "ganarás el pan con el sudor de tu frente". Jordan fue Dios en una pista de baloncesto a base de trabajo y querer ser el mejor.
Nadie le regaló nada.

3) Necesitaba una motivación para sacar lo mejor de sí mismo: Su enemistad con I. Thomas, MVP de Malone o simplemente cualquier comentario que no le gustase.
Eso suponía una declaración de guerra para él, causa para sacar lo mejor de él.

4) Ser Jordan no debió ser fácil. Estar en su cabeza, debe ser muy jodido. No todo es dinero y fama.

5) Me ha parecido alucinante la cantidad de partidos que ganó jugándose él la canasta.
Sangre helada para los momentos decisivos. Tuvo muchos The Shot, además del de Utah.

6) Para mí, el mejor deportista de la historia. Eso de retirarse y dedicarse a otro deporte, y volver al baloncesto y seguir dominando es algo irreal, surrealista.
¿Alguien se imagina a Nadal dejando el Tenis por Voley? ¿Y a Ali dejando el boxeo por el balonmano?
Pues eso hizo Jordan, y volvió siendo el mejor.

19 de mayo de 2020, 11:58  
Blogger Peter Mihm said...

Gracias por compartir tu sensaciones, Ramón.

Creo que a este post le añadiré más cosas. Las que he plasmado son solo algunas que me han salido del tirón.

19 de mayo de 2020, 12:10  
Blogger Bernardo said...

Buenas,
Gran documental.
Yo entendí que no hubo séptimo porque Phil Jackson no se veía capaz de montar un equipo competitivo.
Jordan dice que los escuderos habrían aceptado un año más. Y al parece Krause también se había bajado del burro.

Habría estado bien preguntar a Cartwright si era verdad lo que le dijo a Jordan de sus rodillas.
Durante el documental me ha recordado mucho a Bryant, por la manera en que trataba a sus compañeros, alejado e intentado picarlos, para sacar el máximo de ellos. Seguro que la influencia de Jordan consejero, sobre Bryant tuvo mucho que ver.

Os recomiendo la lectura de 11 rings(Once anillos, de Phil Jackson)

19 de mayo de 2020, 13:06  
Blogger Peter Mihm said...

Claro que Phil no aceptó. Porque no tendría ni a Jordan ni a Pippen ni a Rodman ni a casi nadie más.

Lo que decía Jordan es que si les hubieran ofrecido la renovación por un año más todos habrían aceptado. Krause solo ofreció la renovación a Phil Jackson y este dijo que para entrenar a un mal equipo (sin todos los anteriores), él no se apuntaba. Lo normal.

19 de mayo de 2020, 13:53  
Blogger Bernardo said...

Ok, pero Jordan había dicho a principio de temporada que él solo jugaría un año más si su entrenador iba a ser Phil Jackson. Si Phil no seguía, él se retiraba. Krause había dicho también que este era el último año de Phil.

Por eso yo entendí que si renovaban a Jackson, Jordan se lo replantearía y en el documental dice que habría seguido.

19 de mayo de 2020, 16:37  
Blogger Bernardo said...

Por eso entendí que fue Phil Jackson quien decidió que él no podría mantener al equipo motivado o controlar los egos.

En el libro Jackson explica por qué a Rodman él lo trataba de manera diferente al resto de jugadores que tuvo e incluso le hizo entender a Jordan que tenía que ser más permisivo con Rodman.
Da a entender que Rodman necesita esas salidas de tono para poder rendir al máximo después.

La psicología de los equipos de basket son brutales.
El que también debía saber mucho de eso es el fallecido Chuck Daly. Tener en un vestuario a Rodman, Isiah, Laimbeer, el resto de la troupe y conseguir dos anillos. Como poco debió ser un arte malabar

19 de mayo de 2020, 16:44  
Blogger Peter Mihm said...

El entrenador tiene que ser buen psicólogo, conocer a los jugadores, saber sacar de ellos el máximo. Y lo de compensar egos está claro que es muy complicado. Eso sí, si en tu equipo tienes a Michael Jordan ya tienes más que los demás. Y hasta los propios compañeros saben quién es el mejor.

19 de mayo de 2020, 16:53  
Blogger Bernardo said...

¿Pero si tienes a Kobe y a Shaq?
jaja

Quizás aguantaron mientras Shaq era superior. Cuando equilibraron niveles, tuvieron que vender a Shaq

19 de mayo de 2020, 17:35  
Blogger Bernardo said...

Pero en los Bulls a parte de Jordan, la clave era Pippen, un jugador con su calidad y a quien no le importó estar a la sombra de Jordan. Y encima cobrando muy poco dinero.
Horace Grant quien también era muy bueno, no aguantó.

19 de mayo de 2020, 17:53  
Blogger Peter Mihm said...

Así es. En el caso de Shaq y Kobe se aguantó bastante (tres anillos), pero cuando el ego de Kobe creció, la cuerda se rompió. Una pena. Podían haber ganado juntos cinco o seis títulos con la gorra.

19 de mayo de 2020, 18:02  
Blogger Anonimo said...

Ramón PC para mí es clave lo q comentas de la salida y regreso, es q hubiera podido ganar 8 anillos o más... Le faltó motivación para continuar, el quiso superar con el 3-peet (creo q fueron Pistons y Lakers?) y cuando lo consiguió se retiró. Por eso le doy mucho valor a volver después y dejar el listón en 6 anillos. Creo q ser el primero q marca el camino es lo más difícil, es decir, Jordan luchó contra sí mismo en la carrera de ser el mejor de la historia, acaso a Kobe no le ayudó a ser cada día mejor el haber existido Michael? Acaso a Lebron, los dos? Esto se puede comprobar en el fútbol (coexistencia Messi/ CR) o en una carrera donde se hacen mejores tiempos cuando compites con alguien al lado. Para mí tiene un mérito asombroso ser el pionero y abrir el camino hasta donde él lo hizo.

20 de mayo de 2020, 16:11  

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