Los eternos problemas físicos en los Clippers

Sobre el papel, los Clippers tendrían una de las plantillas más completas y competitivas de la NBA. Pero en la práctica, lo cierto es que no es oro todo lo que reluce y los problemas físicos de algunos de sus jugadores clave son un auténtico lastre en una franquicia que es la segunda que más se deja en salarios.

Kawhi Leonard era el llamado a liderar a los angelinos. Pero nada más lejos de la realidad. Primero, un año fuera de combate. Y, ahora, en la presente temporada apenas ha participado en cinco encuentros.

Su aportación es testimonial: 10 puntos por choque con un horripilante 13% en triples y, claro, 14 ausencias en 19 partidos. Y aún tiene esta y dos temporadas más por cobrar, a razón de 137 millones de dólares.

Los problemas físicos de Kawhi son un misterio. Se habla siempre de problemas musculares en el tren inferior, pero poco más. Muy misterioso todo. Y más cuando hablamos de uno de los supuestos líderes del equipo. ¿Lo último? Un esguince de tobillo que parece que se ha complicado.

Otro que últimamente también está con molestias es Paul George, cuyo currículum también posee larga experiencia en ausencias prolongadas. El alero anda ahora con problemas en el tendón de la corva. Una lesión delicada y para la que no es fácil dar un tiempo estimado de recuperación. 

Ni George ni Leonard tienen fecha estimada de regreso ahora mismo. Lo que en un equipo como los Clippers no hace sino acrecentar su eterno papel de 'pupas'. Eso sí, ahora mismo marchan sextos en el Oeste con un récorde de 11-8.

Pero no todo es malo en el antes considerado 'pariente pobre' de L.A. Al menos John Wall está jugando con cierta regularidad.

El base ha participado en 15 partidos, 22 minutos por choque, en los que promedia 11,5 puntos, 2,9 rebotes, 5,7 asistencias y 1,1 robos. Sin duda por encima de lo que algunos podrían esperar.

Marcus Morris, Norman Powell, Reggie Jackson, Ivica Zubac, Luke Kennard, Terance Mann y Nico Batum son los que han estado tirando del carro hasta ahora, junto con el propio Wall y Paul George, antes de lesionarse.