Kobe Bryant, siempre te llevaré en mi corazón

Estás tranquilo en casa, terminando un domingo cualquiera. Estás preparando la cena, viendo un poco de fútbol, un poco de basket. Relajado. Y, de repente, ves que tu móvil empieza a volverse loco. Te llegan mensajes de amigos, de colegas de este blog de hace muchos años, de seguidores de Twitter, de familiares. Todo el mundo sabe de mi devoción por Kobe Bryant. Y la noticia que me quieren dar es la que yo nunca querría recibir: la Mamba Negra ha muerto en accidente de helicóptero.

Te tienes que pellizcar. La noticia es demasiado dura. Ya viviste algo similar con Fernando Martín y Drazen Petrovic. Pero hoy es aún peor: es Kobe. El 24 de mis Lakers. Mi jugador favorito. Le he visto jugar 20 temporadas; toda su carrera. Ningún jugador me regaló tanto.

Kobe lideró a los míos, unas veces junto a Shaq, otras junto a Pau, a lo más alto: al anillo. Hasta en cinco ocasiones. Su espíritu competivo, su instinto asesino, su plasticidad... Todo hacía de él alguien único. Un placer estético, dijimos siempre. El único escolta capaz de soportar la comparación con Michael Jordan sin salir trasquilado.

Cinco anillos, dos medallas de oro olímpicas, un MVP de la NBA, dos veces MVP de las Finales, 18 All Star Games, dos veces Máximo anotador de la NBA, once veces en el Mejor quinteto de la NBA... y un Oscar. Kobe era un ganador. Alguien capaz de meterle 81 puntos a los Raptors, de despedirse de la liga metiéndole 60 puntos a los Jazz. Alguien único.

Un hundido Pau Gasol tuiteaba: "Beyond devastated... my big brother... I can’t, I just can’t believe it (Más allá de la devastación... Mi hermano mayor... No puedo, simplemente no puedo creerlo)".

Hace unas pocas horas que nos dejó y ya tenemos claro que su hueco no lo podrá cubrir nadie. Siempre podré decir que yo le vi jugar. Y que lo mucho que me dio se quedará guardado en mi corazón. Gracias por darme tantos momentos de felicidad. Por dejarte la vida en cada balón. Por hacer siempre un esfuerzo extra. Por saber sufrir como nadie y resistir el dolor como un héroe legendario. Por 20 años maravillosos en mi equipo, que viví siempre con los ojos como platos.

Como el propio Kobe decía: "Disfruta la vida. La vida es muy corta como para estar triste o desanimado. La vida sigue, sonríe y sigue con ella". 5, 4, 3, 2, 1... Descansa en paz, ídolo. 

P.S. Kobe Bryant murió -junto a su hija Gianna, de trece años- a los 41 años, en la localidad de Calabasas (California), víctima de un accidente de helicóptero. John Altobelli, Keri Altobelli, Alyssa Altobelli, Christina Mauser, Sarah Chester, Payton Chester y Ara Zobayan también perdieron la vida en el mismo siniestro.