Un LeBron en modo MVP fuerza el séptimo

Te puede gustar más o menos, te puede caer mejor o peor, pero que LeBron James es uno de los grandes es incustionable. Anoche, El Elegido firmó otra actuación de leyenda y llevó a los suyos en volandas a un séptimo partido en el que nadie creía hace unos días. Los Cavs se impusieron por 115-101 y hasta Stephen Curry acabó desquiciado.

Desde 1966 ningún equipo de la NBA remontaba un 3-1 en contra, pero los Cavs liderados por LeBron tendrán la oportunidad de romper esa estadística maldita en la madrugada del domingo al lunes.

LeBron terminó con 41 puntos, por segundo partido consecutivo, (16 de 27, 3 de 6 y 6 de 8), 8 rebotes, 11 asistencias, 4 robos y 3 tapones, en 43 minutos (+26). El alero no se dejó nada en el tanque.

Kyrie Irving (23, 4, 3, 2 y 2 t.), Tristan Thompson (15, 16 y 3), J.R. Smith (14, 4, 3 y 3) y Kevin Love (7, 3 y 2) fueron los otros hombres que sumaron en el éxito de los de Ohio, que llegaon a mandar en el marcador hasta por 24 puntos.

En los Warriors, Stephen Curry acabó trastornado al ser eliminado por faltas (según Steve Kerr tres de las seis no fueron) cuando quedaban 4:22 para el final. El base lanzó el protector bucal con rabia y éste impactó en un espectador (con el que se disculpó). Al pacífico y calmado Curry se le vio en un modo poco habitual en él.

Eso sí, Steph terminó con 30 puntos (8 de 20, 6 de 13 y 8 de 9), 2 rebotes y 1 asistencia, en 35 minutos (-10). A su lado, Klay Thompson tardó en entrar en el partido, pero acabó con 25 puntos (9 de 21, 3 de 10 y 4 de 7), 3 rebotes, 1 asistencia y 2 robos.

Draymond Green volvió a la acción, pero se quedó en 8 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias. Leandro Barbosa (14, 2 y 2), Andre Iguodala (5, 4 y 3), Mo Speights (6 y 1) y Shaun Livingston (3, 4 y 3) fueron los otros que trataron de echar una mano. Harrison Barnes no ayudó demasiado al equipo -ni a su inminente renovación- al quemar una traca buena: 0 de 8 en el tiro, con 0 de 5 de tres, en 16 minutos para cero puntos.

Los Dubs intentaron la remontada y llegaron a ponerse a 8 puntos al comienzo del último cuarto, pero LeBron no estaba dispuesto a dejar marchar la victoria y el final del partido sólo tuvo color local.