Un Pau Gasol de otra galaxia lleva a España a la final del Europeo

Costaba ser optimista y creer en una posible victoria de España ante Francia. Las sensaciones tras vencer a Grecia eran buenas, pero todos éramos conscientes de la dificultad del reto.

Un conjunto con Parker, De Colo, Batum, Diaw y Gobert parecía un peldaño por encima, pero el baloncesto tiene un componente añadido en el que el juego en equipo y determinadas sensaciones pueden decantar la balanza hacia otro lado, hacia lo inesperado.

España salió un poco atolondrada y vio como de inicio el equipo de Collet tomaba la delantera ante el delirio de los 26.000 aficionados que llenaban las gradas hasta la bandera. Pero España no se descompuso y supo buscar su estilo. Apretó en defensa, con un Llull muy aplicado ante Parker y De Colo, y empezó a encontrar el camino del aro.

Nada más empezar el segundo cuarto empatábamos a 22 y así seguiría el partido hasta el descanso (33-32), con los árbitros caserillos, los nuestros centrados en lo suyo, pero con Francia dominando en el rebote ofensivo.

El tercer cuarto de España suele ser de lo peorcito, y anoche volvió a ser así. Nikola Mirotic parecía obsesionarse en exceso con las decisiones de los árbitros, seguíamos sin amarrar el rebote y con un triple a tabla de Lauvergne los galos se iban 51-40.

La diferencia parecía considerable y el partido se metía en la zona de confort de los locales. Pero Pau, de nuevo Pau, otra vez Pau y siempre Pau, nos metía en el partido. El de Sant Boi nos dejaba con 56-48 al final del tercer cuarto. Se veía complicado, pero no imposible.

El último cuarto comenzó con buena defensa visitante, pero con un De Colo muy inspirado. Malos augurios. Pero el trabajo de Pau seguía haciendo mella. Gobert y Lauvergne cometían de manera consecutiva la cuarta falta personal y a cuatro para el final el marcador reflejaba un esperanzador 61-58. El milagro estaba al alcance de la mano.

Poco después, Pau Gasol ponía a toda España en pie con un mate tremendo tras arrancar la jugada a siete metros del aro (61-60). Un gancho de Pau inmaculado, otra canasta de dos del astro de los Bulls, un canastón del Chacho... España competía y a los franceses les empezaba a temblar todo.

Con sólo 16 segundos para el final mandábamos 63-66, pero Batum sin dejar correr el reloj, enchufaba un triple antológico que devolvía las tablas al marcador. Scariolo, inmenso en la gestión de sus recursos, marcó jugada para Pau, pero Gobert fue capaz, con ayuda de unos árbitros benévolos, de frenar al poste español con un tapón... y algo de cera. Con 1,3 segundos para el final, el partido se encaminaba hacia la prórroga, pero Batum aún tendría un tiro lejano que no encontró el aro.

El tiempo extra comenzó con un intercambio de golpes más o menos esperado. Francia llegaba a poco más de un minuto para el final mandando por 75-72, pero perdía a Gobert por faltas. Duro revés, sin duda. Más espacio para Pau. Más oxígeno para España.

Y la figura de Pau Gasol seguía agrandándose por momentos. Dos mates del mejor jugador español de todos los tiempos llevaban el delirio al bando hispano, sí, al de los irreductibles hombres de Scariolo. Indomables.

Con 75-78 y 18 segundos, Víctor Claver cometía la falta que nunca se debe hacer y le daba tres tiros a Nico Batum. El alero que escribe en las pizarras de la NBA contra los españoles, el mismo que le dio un puñetazo en los huevos a Navarro, falló el primero; falló el segundo; y falló el tercero... España atrapaba el rebote y la jugada acababa como no podía ser de otra forma: con otro mate de San Pau Gasol. 75-80. Game over. España, a la final. España, con el pasaporte para los Juegos Olímpicos de Río entre los dientes.

Se cerraba el círculo, cicatrizaba una herida muy profunda abierta hace 373 días atrás en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Con menos efectivos que aquella noche, pero con un mejor mariscal en la banda, Sergio Scariolo, y con un arma de destrucción masiva en la cancha: don Pau Gasol Sáez, un chaval de Sant Boi, nacido hace 35 años e hijo de Agustí y Marisa.

Francia (20+13+23+10) 75: Parker (10, 4 y 6), De Colo (14, 4 y 3), Batum (14, 7 y 2), Diaw (5, 6 y 4) y Gobert (8, 13 y 2 tapones) -quinteto inicial-. Lauvergne (11 y 1), Fournier (3), Pietrus (0 y 1) y Gelabale (10, 2 y 1).

España (17+15+16+18+14) 80:  Llull (7, 3 y 5), Ribas (0 y 3 asistencias), Rudy (7, 5, 1, 3 robos y 3 tapones), Mirotic (7, 2 y 3) y Gasol (40, 11, 1 y 3 tapones) -quinteto inicial-. Reyes (2, 7 y 1), Sergio Rodríguez (15, 4 y 3) y Claver (2, 6 y 1).