18.5.15

El Madrid de Pablo Laso, campeón de Europa

Tras dos finales perdidas de manera consecutiva, el Real Madrid conquistó la gloria europea por novena vez. Y lo hizo a base de casta, de corazón, de ganas, con ese sentimiento extra de querer ganar... y con un Pablo Laso perfecto en la dirección de partido.

Problemas de faltas de Gustavo Ayón desde el principio del choque hicieron que el técnico vitoriano tuviera que ir cambiando detalles y reajustando. Y lo hizo a la perfección.

Laso preparó el partido a conciencia, sabedor de la importancia de Vassilis Spanoulis. Llull, Carroll y K.C. Rivers se emplearon a fondo sobre el semidios heleno, haciéndole trabajar a ambos lados de la cancha. El base no tuvo su mejor noche, pero ya sabemos que eso nunca quiere decir nada y que él puede aparecer en cualquier momento para mandarte a casa con las orejas gachas.

Tras un primer cuarto titubeante, pero en el que el Madrid dio la cara, lo mejor vino ya en el segundo con la aparación estelar de El Chapu Nocioni. El argentino puso todo en la cancha. Peleó hasta la extenuación. Luchó cada balón dividido. Anotó, taponó y reboteó como un león y contagio a la grada y a sus compañeros. Su posterior MVP fue el premio merecido al coraje, a las ganas, al hambre.

Y por si El Chapu fuera poco, también se sumó a la fiesta un secundario de lujo como Jonas Maciulis. El lituano anotó puntos vitales y aportó en la faceta defensiva. Gran trabajo el suyo y en un momento inmejorable para el conjunto.

En la reanudación el Madrid se atascó por momentos. El partido se trabó un tanto y pareció encaminar sus pasos hacia esos terrenos que tanto gustan a Olympiakos. Pero fue ahí donde apareció otro de los hombres clave de la noche: Jaycee Carroll. Tres triples suyos (y 11 puntos en apenas dos minutos) pusieron en órbita a los blancos que ya no perderían su sitio en el partido nunca más.

La dirección de Laso seguía siendo impecable, midiendo las fuerzas de los suyos para llegar al final con los mejores aún con energías. Llull y El Chacho ofrecieron buenos minutos en el tramo final. Y el Olympiacos poco a poco fue bajando sus prestaciones, al verse abajo en el marcador y con un rival que no sólo no bajaba el ritmo defensivo, sino que también subía el ofensivo.

Y el proyecto que devolvió la alegría al Palacio de los Deportes tocó techo, el de la gloria europea. Imposible llegar más alto. Un proyecto que pareció tambalearse tras las dos finales europeas perdidas y en esos momentos en los que Florentino Pérez pidió la cabeza de Pablo Laso. El trabajo de Alberto Herreros, dando la cara por el técnico, por su amigo, da ahora sus frutos. La paciencia siempre es buena y la confianza en el trabajo bien hecho, también. Don Pablo Laso Biurrún (47 años), campeón de Europa.

Real Madrid: 78 (15+20+18+25): Sergio Llull (12 y 4 asistencias), Jaycee Carroll (16 y 3), Rudy Fernández (7, 4, 2 y 2), Felipe Reyes (2, 1 y 1) y Gustavo Ayón (2, 5 y 1) -cinco inicial-. Sergio Rodríguez (11, 3, 4 y 1), Andrés Nocioni (12, 7, 2, 1 y 2 tapones), Marcus Slaughter (2, 4 y 2), K.C. Rivers (5), Jonas Maciulis (9 y 4), Bourousis (0 y 1) y Campazzo (no jugó).

Olympiakos: 59 (19+9+18+13): Mantzaris (1), Spanoulis (3), Darden (-), Printezis (11) y Dunston (4) -cinco inicial-. Petway (2), Hunter (10), Sloukas (10), Agravanis (-), Lafayette (1), Lojeski (17) y Papapetrou (-).

10 Comments:

Blogger Lars said...

Un premio al trabajo en equipo, vamos, al baloncesto.

18 de mayo de 2015, 6:16  
Blogger Peter Mihm said...

Totalmente.

Siempre se dice que los títulos no se merecen, se ganan. Este proyecto rozó la gloria europea las dos últimas temporadas, pero se quedó ahí, a las puertas.

Sin duda alguna Llull, El Chacho, Rudy, Felipe, Carroll, etc... merecían el premio de un título continental, pero tuvieron que llegar El Chapu, Maciulis, K.C. Rivers o Ayón para refrendarlo.

El partido de ayer fue impecable, jugado con la intensidad necesaria y el acierto mínimo para sacar adelante un compromiso tan importante.

Y ni que decir tiene que dos nombres brillaron por encima del resto: El Chapu Nocioni y Pablo Laso.

18 de mayo de 2015, 7:21  
Anonymous Anónimo said...

Enhorabuena, por lo que nos toca.

Un abrazo, Pet.

-Litros-

18 de mayo de 2015, 9:45  
Blogger Peter Mihm said...

Algo nos toca siempre, Litros. ;))

A fin de cuentas la última Copa de Europa se ganó cuando aún éramos jóvenes. Jur jur jur.

Abrazo fuerte, crack.

18 de mayo de 2015, 9:47  
Blogger alvaro said...

A mi no se me olvida la primera parte de la semi y sobretodo de Ayón. Hacía tiempo que no veía una exhibición igual de un pivot en Europa. Merecido MVP para el Chapu que dio un recital en los dos partidos de como aportar en todos los aspectos y cómo contagiar a los compañeros con su intensidad.

Ya les tocaba.

18 de mayo de 2015, 10:19  
Blogger Ramón P.C said...

Muy merecida esta Euroliga, así como bien díce Peter, por la regularidad de los últimos años.

Ahora, renovación de Laso ya ;)

18 de mayo de 2015, 10:28  
Blogger Peter Mihm said...

La primera parte de Ayón en la semifinal es de esas que no se olvidan. En la final no estuvo fino, quizá por esas tempraneras faltas personales.

Pero lo del Chapu fue tremendo. Qué manera de jugar, qué intensidad. Y enorme Jaycee, desatascando el partido cuando el equipo se estaba espesando. Muy bien Maciulis también. Y muy bien todos, en general, cada uno en lo suyo.

18 de mayo de 2015, 10:33  
Blogger Peter Mihm said...

A ver qué pasa con Laso. Primero se dijo de él que llegó al Madrid como tercera opción, como cuarto plato y no sé qué más. Que el puesto le venía grande. Que era un perdedor. Que con quién había empatado...

Los detractores, a pesar del gran juego del equipo, se iban creyendo cargados de razones, pero al final el éxito llegó. El éxito con mayúsculas. Porque la Liga, Copas del Rey y Supercopas fueron llegando de manera fluida.

Creo que el estilo de Laso y su trabajo merecían la Copa de Europa. Por eso ayer estaba muy, muy contento.

Y quiero decir también, que no opino que Laso sea perfecto. Sólo que tiene un estilo y un criterio válidos, los suyos.

Así, por ejemplo, no me gustó en su día cómo gestionaba los minutos de Mirotic o cómo ha llevado a Salah Mejri. Ni que en determinados momentos no pusiera a El Chacho de titular o le diera más minutos al estar en un momento fuera de lo común.

Pero eso son cosas de entrenador que lo vive desde dentro. Y a los demás se nos escapan las interioridades que él sí sabe de primera mano.

18 de mayo de 2015, 11:04  
Blogger alvaro said...

Está claro que al final en el deporte lo que cuenta son los resultados (Topicazo mix). Y que salvo Euroliga, desde que está Laso han ido llegando (Además de dos finales seguidas después de no se cuantos años). Sin embargo siempre ha estado cuestionado, como si ganar la Euroliga fuera una cosa sencilla.

Además del estilo que ha propuesto Laso, que tiene un mérito enorme, gran parte de la culpa de esto lo tiene el grupo de jugadores que hay ahí dentro.

Un núcleo de nacionales con la calidad y el carácter que tienen estos, es muy difícil de conseguir. Esto ayuda muchísimo a que la ciudad se identifique con el equipo, en mi opinión.

18 de mayo de 2015, 12:03  
Blogger Peter Mihm said...

En el Madrid el grupo de jugadores nacionales aporta unidad. Luego los demás hacen de especialistas cualificados. Todos son muy importantes.

Y hay una cosa clara. El Madrid, antes de Laso llevaba muchos años de travesía del desierto. Apenas se llegaba a la Final Four en plan machada. No se estaba en la elite. Ahora sí se está ahí y eso es complicadísimo.

Sólo el CSKA se mete año sí y año también entre los cuatro mejores. Y con los griegos, turcos, el Barça y el Maccabi eso son palabras mayores.

18 de mayo de 2015, 12:34  

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