Melo, en la encrucijada

Carmelo Anthony es el protagonista de uno de los culebrones de este próximo verano. El alero de los Knicks tiene firmado aún un año de contrato con los neoyorquinos, por 23,5 millones de dólares, pero tiene una cláusula de salida que podría ejectutar.

Phil Jackson y Derek Fisher tienen como primera misión intentar retener al mejor jugador que tienen actualmente en la plantilla. El ahora director general de los Knicks ha afirmado que irá con Fisher a hablar con Melo, y que el hasta ahora base de los Thunder llevará sus cinco anillos para hacer ver al alero en qué línea quieren trabajar.

Pero hay otras opciones que Carmelo tiene metidas en la cabeza. Una de ellas, pero que ahora mismo no parece nada fácil, es la de jugar junto a LeBron James, algo apetecido por ambos. Podría ser en Miami, pero para ello debería salir uno de los miembros del Big Three, que sería Chris Bosh. James, Wade y Bosh tienen otros dos años de contrato, pero cualquiera de ellos puede optar por salirse de él este año o el siguiente. Con lo que otra opción sería que los tres rompieran su contrato y se hiciera una renegociación conjunta para hacer hueco a Anthony...

Y hay más opciones. Los Lakers han mostrado interés en hacerse o bien con Carmelo o bien con LeBron, pero el panorama en L.A. no es demasiado atractivo y el futuro inmediato es una incógnita, sin entrenador, con las dudas sobre el estado físico de Kobe, la incógnita de Pau Gasol y sin saber qué jugadores se subirán a la nave angelina el año que viene.

Además, Melo es consciente de que es un jugador deseado y tiene sus favoritos. Algunos de esos equipos que gozan de su consideración son los Bulls, los Mavs y los Rockets. Tres proyectos sólidos, que con él en su plantel darían un salto de calidad añadido.