Fernando Martín, 20 años echándole de menos

Hace 20 años, un domingo de invierno -3 de diciembre-, salí de casa después de comer. Cogí mi moto -algunas cosas no cambian nunca- y me encaminé a los Campos de Sport de El Sardinero. Allí me esperaban mis dos compañeros de localidad. Jugaba el Racing contra el Murcia; partido de Segunda que acabaría empate a cero.

No esperábamos un gran espectáculo, pero lo que sí que no pensábamos ni por asomo era el mazazo que se anunciaba en el cutre marcador electrónico que entonces había en el estadio: “Fernando Martín, jugador de baloncesto del Real Madrid, ha fallecido en accidente de tráfico”. Nos quedamos petrificados; pegados al asiento; hundidos. No dábamos crédito a la noticia. No podía ser. “¿Cómo va a ser eso?”. Pero era. El partido quedó en un tercer plano. No recuerdo nada de él. Lo que sí recuerdo es la necesidad imperiosa que tuve de quedar esa tarde-noche con mis amigos para comentar lo que había pasado. No salíamos de nuestro asombro. Uno de nuestros ídolos de juventud, uno de los espejos en los que mirarse, uno de los más grandes... se había dejado la vida en el maldito asfalto.

Mucho se ha hablado de que Fernando era un peligro al volante, que ése no era su primer accidente, que ya había dejado siniestro total un Mercedes de Díaz Miguel y un Ford Capri... El caso es que su Lancia Thema se saltó la mediana y se empotró contra otro coche que iba por la M-30 en dirección sur. Dicen que iba a 185 km/h en un tramo que recomienda 50, pero esas cuestiones pertenecen más a la crónica de sucesos. El caso es que la imprudencia se lo llevó cuando sólo tenía 27 años y eso nadie lo ha podido cambiar.

Esto es lo que publiqué hace un par de años. He cambiado un par de cosillas que había que actualizar, pero lo demás tiene idéntica actualidad.


Fue el primer español en jugar con los mejores

Fernando Martín debutó en la NBA el 31 de octubre de 1986, es decir, hace ahora 20 años. Su entrenador, Mike Schuler, no confió en él en ningún momento, pero aquel día se sintió en la obligación de hacerle debutar. Los responsables de prensa de Portland dieron especial repercusión a la presencia de tres periodistas llegados de España para presenciar lo que podía ser el estreno de un español en la mejor liga del mundo. Y Schuler no quiso hacer el feo y Fernando participó de la derrota ante los Sonics por 110-127 jugando dos minutos y dos segundos. Los periodistas allí presentes eran Sixto Miguel Serrano (sigue contando batallitas, pero es que tiene muchas que contar), Manolo Lama (más futbolero que otra cosa) y Fernando Laura (autor de las imágenes del evento que luego vimos en Nuevo Basket).

En el momento de su marcha había muchas dudas sobre sus posibilidades. La NBA era un mito total, los pívots eran más grandes, los jugadores de 2.06 tiraban de fuera y eran tan fuertes o más que Fernando… Pues bien, Martín se lanzó a la aventura; hizo oídos sordos al ofertón que le hacían en el Madrid y se iba con un contrato de rookie bastante precario (unos 16 millones de pesetas).

Con el Madrid había ganado cuatro títulos de la Liga ACB (1982, 1984, 1985 y 1986) y dos de la Copa del Rey (1985 y 1986). En 1985 se convirtió en el primer jugador español en ser incluido en el draft. Lo eligieron los New Jersey Nets, en segunda ronda, con el número 38.

Su primera experiencia americana
Ese verano viajó a Estados Unidos, participó en el campus de los Nets. Lo hizo bien, pero se le ofreció un contrato no garantizado y no lo aceptó. Por entonces se hablaba de él como un buen relevo para Buck Williams, la estrella de los de New Jersey. Se ganó el apodo poco original de ‘Rambo’, por su poderío físico, y cuajó partidos interesantes en los que dejó su sello de buen anotador y duro reboteador.

Un aspecto que hay que tener en cuenta es que por aquel entonces un jugador que se pasara a profesionales (como se decía entonces) perdía sus opciones de jugar con la selección, un equipo con el que Fernando vivió grandes momentos. Hasta eso estaba dispuesto a perder el madrileño con tal de probarse con los mejores.

Tras disputar el Mundial de España del 86, volvió a pensar en la NBA y fichó por los Portland Trail Blazers. Era el primer español y el segundo europeo que lograba meterse en la liga. A Fernando le gustaban los retos, ser el primero en hacer algo que antes nunca había conseguido. Fue un pionero y eso, sin duda, le produjo una satisfacción especial.



Una fractura de nariz, provocada en un uno contra uno jugado contra el rookie Kevin Duckworth (con contrato no garantizado) y una artroscopia en la rodilla fueron sus peores adversarios. Un par de meses que le hicieron perder opciones, ya de por sí escasas… Cuentan que hasta un compañero (por llamarle de alguna forma) le dio mal la dirección de un campo de entrenamiento para que llegara tarde y que nadie se esforzaba en hablarle en un inglés más comprensible para un recién llegado... Fiel a sí mismo, no dudó en poner el acento de su apellido en la camiseta. Él insistía en que no era Fernando Martin, sino Martín. En total participó en 24 partidos, un total de 146 minutos, en los que anotó 22 puntos y capturó 28 rebotes (0,9 puntos, 1,2 rebotes y 0,4 asistencias). Poco bagaje, pero a lo que él quitó importancia. “Yo vine aquí a aprender”, dijo siempre.

En 1987 el Real Madrid puso sobre la mesa un astronómico contrato de 100 millones por temporada. Todo un récord para la época, y Fernando decide regresar. El 3 de diciembre de 1989 fallecía en accidente de tráfico. El madrid jugaba en el Palacio de los Deportes; él estaba lesionado y era baja para el compromiso.



Los que seguimos la NBA desde principios de los 80 vivimos con tremenda ilusión aquellos momentos. Uno de los nuestros iba allí a pegarse con los mejores. Y por eso siempre agradeceremos a Fernando su valor, su osadía y su capacidad para enfrentarse a un reto en el que estaba solo ante el peligro. Si ahora valoramos lo que hacen Pau, Calderón, Rudy, Marc o Sergio, o lo que hicieron Raúl López o Garbajosa, cuesta imaginar lo que era eso hace 20 años. El hecho de que en más de 15 años ningún otro español lo lograra debe servirnos de ayuda para valorarlo en su justa medida.

Y os dejo el reportaje de Informe Robinson en tres cortes. Sin duda este trabajo ayuda a valorar la machada que hizo Fernando en los ya lejanos años 80.







P.S. Como curiosidad, este es el post número 1.800 de este blog. Sirva de homenaje para la figura de alguien que nos enseñó la lección de cómo luchar por los sueños propios sin escatimar esfuerzo.