El curioso caso de DeJuan 'The Big Fella' Blair

Los Spurs elegían en el pasado draft de la NBA a DeJuan Blair, un poderoso ala-pívot de dos metros justos (algunos le dan 1.99 y otros 2.01), pero con 2.22 de envergadura, y 120 kilos peso.

Su irrupción en la Liga no ha podido ser más espectacular: 4 partidos, 20 minutos por noche, 10 puntos, 8,5 rebotes, 1 asistencia y 70 por ciento en tiros de campo. Eso sí, con un flojo 33 por ciento en tiros libres (1 de 3). En pretemporada ya avisó de sus condiciones (16,3 puntos y 8,7 rebotes en 24,5 minutos), pero el ex de Pittsburgh no ha tardado en validar esas cifras con la temporada de verdad ya en juego.

En su primer año con los Panthers firmó 11,6 puntos y 9,1 rebotes, en 26 minutos. Un año después subió a 15,7 y 12,3, en 27. Sin duda unos números muy sólidos para un freshman (disputó 37 partidos) y un sophomore (jugó 35 choques) en la NCAA.

¿Por qué entonces no fue elegido antes en el draft? ¿Por bajo? ¿Por problemático? ¿Por problemas físicos? La historia es cuanto menos curiosa. Blair se rompió los cruzados en sus tiempos de High School. Su recuperación fue peculiar ya que tras ser operado los tejidos se reabsorbieron y Blair juega ahora sin ligamentos cruzados.

¿Es eso posible? Lo es. No es lo más frecuente del mundo, pero hay casos de deportistas profesionales que han jugado sin cruzados (me viene a la mente el del bético y barcelonista Cuéllar). ¿Cómo se sobrepone el organismo a ello? Con un fortalecimiento especial del cuádriceps y los isquiotibiales, que son los que tienen que aportar a las rodillas la estabilidad perdida por la ausencia de este ligamento.

Lo que sí es cierto es que en algunos casos similares, los médicos aseguran que las carreras de deportistas con este tipo de problema suelen ser más cortas de lo normal. Aunque de momento, 'The Big Fella', 'The Pitt' o 'The Beast', como es conocido Blair, ha disputado dos años en universitarios sin mayores problemas. Y viéndole jugar no parece que a este poste de sólo 20 años le vaya mal pisando con fuerza una cancha de baloncesto.

Publicada en Marca.com