Stu Jackson pierde la credibilidad

Stu Jackson se caracteriza por tomar decisiones un tanto particulares, pero ayer sorprendió a propios y extraños al decidir no sancionar a Mickael Pietrus por su acción sobre Pau Gasol en la última acción del último partido de la Final. Si agredir con los puños cerrados en la espalda a un jugador que está solo ante el aro, en el aire, dispuesto a machacar no es una acción sancionable ya es que vale todo.

A partir de ahora parece que se ha abierto la veda del "golpea todo lo que quieras que no pasa nada". Si Gasol no hubiera estado agarrado al aro el golpe podía haber sido gravísimo, pero eso no quita importancia a la cobarde acción del alero galo.

Pietrus ha señalado en un alarde de cinismo que no fue "a hacer daño". Pues habrá que ver qué entiende él por hacer daño, porque a mí su reacción me recordó a la ida de pelota de un tal Pepe, aunque con las manos en vez de con unas peligrosas botas de tacos. 

No puedo entender que se dé un golpe de esas características sin ton ni son. Entiendo una falta dura que busca evitar una canasta, pero buscando la mano, el brazo, el balón..., pero no un golpe gratuito que busca la espalda con el único objeto de dañar al rival. 

Para mí Pietrus ha entrado a formar parte de un club, como diría Montes, en el que nunca pensé que estaría encuadrado: el de Cortocircuitos S.L., de momento como vocal. Esperemos que no ascienda ningún peldaño más en este dudoso club...