Rudy, deja la guitarra y demuestra lo que vales

Me encanta Rudy Fernández. Me duele cuando le veo jugar a ocho metros del aro, esperando un balón que no siempre llega, y cuando aprecio que le están colocando la etiqueta de lanzador de tres cuando es mucho más que eso; un jugador más completo y capaz de hacer casi de todo, que no parece del todo aprovechado. Pero lo de la guitarra pidiendo el voto para el concurso de mates es una vuelta de tuerca por la que no paso.

Sabemos que la NBA vende, que hay mucho marketing y que aquello es otra historia. Estamos hartos de ver a jugadores haciendo cosas raras con tal de que su nombre suene para algo promovido por su franquicia. Pero ver a Rudy haciendo el gili con la guitarra no me gusta nada. No me gusta que conviertan a los nuestros en 'monitos de feria' cuando tienen calidad sobrada para ir a ese evento en cuestión por méritos propios.

Quizá yo sea un rancio. Puede que Rudy tenga su gracia con la guitarra española y su sonrisa de pícaro. Y puede que de esta manera termine por acudir a los mates. Me da igual. Para mí Rodolfo es un buen dunker, capaz de arabescos áreos, mates in your face a D-Ho y otras muchas cosas. Pero a mí la guitarra española me gusta más en manos de Paco de Lucía, de Vicente Amigo, de Tomatito o hasta de Rosendo Mercado, en otra versión más cañera, pero no menos ibérica.