Celtics vs. Lakers, episodio sexto

Esta noche Celtics y Lakers se ven las caras en el sexto partido de la final. Los verdes tienen ante sí la oportunidad de sentenciar la eliminatoria y hacerse con el 17º título de su historia. Pero las cosas no están fáciles.

Los Celtics empezaron la serie con los presuntos problemas físicos de Paul Pierce, luego vinieron los de Rajon Rondo, a los que se sumaron los de Kendrick Perkins... Y, tras la disputa del quinto partido se supo de la enfermedad de un hijo de Ray Allen. El escolta abandonó el Staples Center de manera apresurada y se espera que hoy pueda jugar.

Se da la circunstancia de que cuando la final cambia de escenario sólo hay 48 horas entre partido y partido, por 72 cuando se juega en la misma ciudad. Esta razón, difícil de entender, complica más aún la situación de Allen.

Además, si los Lakers llegaron sin novedad al aeropuerto de Logan y estuvieron en Boston toda la tarde, no ocurrió lo mismo con el avión de los verdes, que tuvo problemas técnicos y no llegó a Massachussets hasta casi las once de la noche, es decir, apenas 22 horas antes del inicio del choque.

Por si esto fuera poco, Ray Allen no viajó con el equipo y se espera que esté listo para jugar después de desplazarse desde L.A. por su cuenta. Sin duda, la mala suerte persigue al genial tirador. Si antes acusó el hecho de que su madre fuera testigo protegido en un juicio, ahora la enfermedad de uno de sus hijos no le sirve precisamente como apoyo para su concentración. Eso sí, Allen -un grande- podría encontrar en estas adversidades la razón última para sobreponerse y dar el máximo. La causa, sin duda, merece la pena.