Lo mejor y lo peor del Mundial

El Campeonato del Mundo de Japón ha dado para mucho
Lo más importante es lo bien que nos lo hemos pasado. Muchas cosas nos han puesto la piel de gallina y nos han llevado al límite de nuestro aguante lacrimal, pero otras nos han indignado o puesto de mal humor. Añade tu visión particular.

Lo mejor del Mundial:
-España, un equipo de 12 jugadores y un técnico que ha sabido hacerles sentir importantes a todos. Un ejemplo para cualquier conjunto que aspire a algo.

-El espíritu de la selección española tras ver como su líder caía lesionado. Todos fueron Pau.

-La imagen de los técnicos. En EE.UU. se empieza a hablar de que en los próximos años podrían aterrizar en la liga varios entrenadores no formados en Estados Unidos. ¿Te apuntas Pepu?

-El despliegue de laSexta a la hora de ofrecer todo el basket que le resultó posible. Muchos partidos y un gran esfuerzo por hacer las cosas bien, aunque no siempre se lograra el objetivo.

-Ver que el baloncesto internacional goza de buena salud y que hay jugadores interesantes hasta en los sitios más peregrinos.

-El baloncesto europeo siempre dejando alto el pabellón, con España y Grecia encaramados a lo más alto del podio. De los ocho primeros, seis conjuntos del Viejo Continente.

-El nacimiento de nuevas estrellas, como Belinelli o Ilyasova. Aunque no me olvido de los Rudy, Sergio y Marc Gasol.

-Reencontrarnos con el Montes basketbolero, aunque se haya echado de menos a Daimiel.

-La fidelidad de varios blogeros a lo largo de toda la competición. Chapeau para vosotros.


Lo peor del Mundial:
-La ausencia de compromiso de los jugadores de Estados Unidos. Su falta de conocimiento del juego, su nula capacidad para jugar como bloque. No todo en la vida son mates y alley-oops.

-El plantel de técnicos de Estados Unidos. Es penoso ver como Coach K se refería en rueda de prensa a jugadores rivales por el número en lugar de por el nombre. Papaloukas y Spanoulis, entre otros, no merecen ese trato. Además, los que quedan peor con esto son ellos mismos, ya que evidencian un enorme desconocimiento del rival, y una falta de profesionalidad total. Y eso por no hablar del lamentable reparto de minutos entre sus jugadores. Dwight Howard ha sido uno de los mayores damnificados: buenos minutos en pista y desaparecía de la cancha sin que nadie lo entendiera para no regresar jamás.

-Que se permitiera a EE.UU. faltar a la ceremonia de entrega de medallas. Es importante saber ganar y más aún saber perder. Si no te gusta aplaudir al campeón sé tú el ganador o quédate en casa.

-Los horarios. Tener que trabajar en días en los que España se lo juega todo a una carta es perjudicial para la salud nacional. El día del partido ante Argentina fuimos muchos los que estuvimos al borde del síncope.

-Las pantallitas partidas de laSexta. Cuando la pantalla se dividía en cuatro no se veía nada; y cuando ponían la imagen pequeña en el vértice inferior izquierdo pocos eran capaces de seguir el juego en la imagen de la derecha.

-La FIBA y sus continuos cambios de horarios en la segunda fase. Mil veces cambiaron los horarios de España. ¿Se puede programar así un vídeo?

-La dependencia de algunos equipos de sus supuestas estrellas. China de Yao; Puerto Rico de Arroyo; Francia de su ausente Parker; Serbia de Rako y Milicic…

-La imagen de China, incapaz de pasar de medio campo ante la presión de Grecia. No quiero ni pensar si les llega a tocar España y se les defiende como en la primera mitad de la final…

-La cantidad de jugadores que han ido a Japón de vacaciones. La lista es interminable aunque en ella haya unos cuantos que pertenecen al combinado estadounidense. En días atrás ya se habló de los Chris Paul, Yao, Arroyo, Nesterovic, Songaila, Macijauskas, Barbosa…

-Brasil, Italia y Serbia. Tres equipos que aspiraban a más y que terminaron fuera de los 8 primeros.