Los Thunder atan a Moses Brown, el reboteador insaciable que nadie drafteó

¿Moses quién? Brown, Moses Brown. Los Thunder tienen en nómina a un jugador joven, poco mediático, muy alto y que no fue drafteado en 2019. Hasta ahora, el pívot jugaba con un contrato dual firmado en diciembre, pero sus buenas actuaciones en este mes de marzo han llevado a OKC a mover ficha y asegurarse su continuidad.

Moses Shirief-Lamar Brown es un joven center (de qué otra cosa iba a jugar alguien llamado Moses) de 21 años, 2,18 y 111 kilos. Nació en la ciudad de Nueva York y acudió al instituto Archbishop Molloy, en Queens. Allí llegó midiendo 2,01, pero dio un estirón tremendo en apenas año y medio hasta alcanzar los 2,16. En este centro coincidió con el base Cole Anthony, hijo del exKnicks Greg Anthony, y que ahora juega en los Magic. En su último año de high school consiguió unos soberbios promedios de 26 puntos, 17 rebotes y 6 tapones.

Brown jugó después un año en UCLA. En la NCAA, en su único año universitario, promedió 10 puntos, 8,6 rebotes y 2 tapones. En su partido de debut firmó 19 puntos y 17 rebotes, algo que no conseguía nadie en este college desde Lew Alcindor. Tras su año freshmen optó por declararse elegible para el draft y llegó su primera decepción: ningún equipo se hizo con sus derechos. Aunque, poco después, los Rockets contaron con él para las ligas de verano.

No se haría con un hueco en el plantel de los de Houston, pero los Trail Blazers le firmaron un contrato dual, debutó con ellos, y estuvo jugando de forma habitual con los Texas Legends de la G-League. El pasado mes de diciembre firmó con los Thunder otro contrato de doble vía y, ahora, parece que ha convencido a los de OKC y estos confían en haberse hecho con un interior de futuro.

La temporada pasada disputó nueve partidos con los Trail Blazers, pero con una presencia testimonial. Sin embargo, en la 2020-21 promedia unos reseñables 8,3 puntos, 7,9 rebotes y 1,1 tapones, en 17,5 minutos por partido, con 61,9% en tiros de campo. 

El pívot neoyorquino ha explotado en este mes de marzo, cuando le han llegado los minutos. En este último mes de competición sus números han subido como la espuma hasta promediar 12,4 puntos, 12,3 rebotes, 1,6 tapones, con un 60,8% en tiros de campo.

En seis partidos de este mes, el center se fue por encima de los doce rebotes y sus mejores noches las tuvo ante los Celtics (21 y 23), los Bulls (20, 16 y 5 t.), los Grizzlies (19, 12 y 3 t.) y los Rockets (13 y 14).

Eso sí, hasta hace poco a Moses se le criticaban sus pocos recursos ofensivos y sus limitaciones físicas. Lo cierto es que para un jugador tan grande tiene muy buena movilidad. Obviamente, a los 21 años muchos jugadores grandes aún necesitan ampliar su repertorio y mejorar en su lanzamiento. Y parece que Moses Brown está en ello. Lo que es innegable es su talento innato para el rebote. Ese que le llevó a atrapar 19 rechaces antes del descanso ante los Celtics, récord histórico de los Thunder. No está mal para un casi recién llegado a la mejor liga del mundo.